martes, 30 de octubre de 2012

Un soplo de vida



Así me podría pasar la vida entera…entrelazada con tu cuerpo, respirando el mismo aire que tu, hecho de nosotros. Bailando al ritmo de tu corazón, bañándome con tus besos, robándote las caricias que tus manos me ofrecen. Cuidando cada detalle que se tercie, cocinando a fuego lento un amor sano. Velando cada noche por esa luna llena, tan creciente y a la vez tan menguante, que nos arropa, sintiendo el aroma fresco a naturaleza.
Pero siempre me encuentro buscando calor en brazos muertos que se expanden, y que son imposibles de abrazar.
Es como ese algo que nunca encuentras su fin. No quieres ceder pero te ves involucrada hasta la médula. Sientes que todo va a ir bien y no sabes hasta qué punto lo quieres así, de esa manera. Rompe tus esquemas, tus planes. No te desagrada que sea de esa forma pero, interiormente te hace asustarte, existe el miedo. Miedo que te hace acobardar por no estar suficientemente segura. No es del todo lo que tú habías querido, pero te atrapa de tal manera que se convierte en necesidad.
Imaginas y piensas el devenir que te espera…pero se muestra borroso, excepto algunas ideas bastante enraizadas en tu cabezonería habitual. No me faltan ganas y me sobran razones para lanzarme a un infinito cielo estrellado, pero es tan inmenso…que da miedo…podría perderme.


No hay comentarios:

Publicar un comentario