lunes, 8 de agosto de 2011

El amor es cosa de… animales

El amor nos coge de sopetón, recordándonos lo cerca que estamos de otros animales de los que nos creemos muy superiores…Pero si te enamoras te das cuenta del estrecho lazo que nos une. Empieza con un leve tintineo en tus retinas, pero rápido se convierte en una metamorfosis que casi podría definir como mágica y a la vez, trágica. Así que me dispongo a darte estos 10 consejos que he ido aprendiendo con el paso del tiempo y gracias a la experiencia. Porque más vale el remedio que la enfermedad.

1- Si empiezas a escuchar que algo trina en tu cabeza, no para de dar vueltas y eso te provoca sensación de mareo, no lo dudes empiezas a tener pájaros en la cabeza. De manera que intenta espantarlos, ponte cualquier objeto a modo de espantapájaros, como un CD colgando o fabrica una cabeza hecha de paja para confundirlos. Si por alguna razón de la madre naturaleza estos trucos no te han servido, no desesperes, podría ser simplemente una migraña camuflada en forma de síntoma primerizo amoroso. Sí es así, ponte una toallita húmeda en la cabeza, enciérrate en tu cuarto apaga la luz y descansa.

2- Si seguidamente empiezas con dolores de barriga, falta de apetito que te provoca una sensación de plenitud aunque lleves ayunando tres días seguidos y visitas el lavabo más de lo habitual, no lo dudes es debido a que tienes mariposas en el estómago. Esos bichos no pararan de revolotear a sus anchas por tus adentros, así que si quieres acabar con ellas antes de que hagan capullos con huevos, no te engañes y recorras al recurso fàcil de intentar ahogarlas con alcohol, son muy listas y han aprendido a ahorrarse la pasta del botellón bebiendo a tu costa. Yo tengo un remedio infalible, prepárate un brebaje con todo aquello que odias, si contiene un poco de tus últimas defecaciones, ¡mejor que mejor! Te costará mucho beberlo al principio, pero te doy un consejo, no te sentirás tan mal como si no te lo bebes y dejas que esos bichos hagan de las suyas. Seguidamente notarás un malestar sin importancia y empezarás a vomitarlo todo, cuando digo todo es TODO, mariposas, capullos y huevos incluidos. Si por cualquier otra oscura razón mi truco no te ha surgido efecto, no desesperes, podría ser una gastroenteritis mal curada. Si es así, tomate Primperan para frenar el vomito, bebe coca cola, come arroz blanco y descansa.

3- Si aún así, empiezas a sentir un cosquilleo exagerado en los pies como si de un batallón de gusanos se tratase, que te deja paralizada cada vez que piensas o ves a la persona en concreto, no lo dudes son el tercer síntoma amoroso más notado. Si quieres acabar con esos pequeños gusanos que no dejan de magrearte los pies, sin pensarlo dos veces échate After bite, matarratas y polvos de talco para ahogarlos, quién sabe también podrían llegar a convertirse en capullos y más tarde en mariposas que irían a parar a tu estómago. Seguramente será donde se empieza a fabricar el enamoramiento; empieza en los pies con los gusanos, se transforman en capullo, salen mariposas que van directas a tu estómago y más tarde rondarían pájaros por tu cabeza con afán de comérselas. Tiene su lógica. Si todo eso que te has echado no ha funcionado, no te preocupes, quizá solo se te han dormido las piernas de estar en una mala posición, así que échate agua fría y hazte una cruz con saliva hasta que se te pase y puedas andar con normalidad.

4- Si a parte de andar como Quasimodo sin dejar de pelearte con los malditos bichos, empiezas a notar tus manos tan sudorosas que temes porque desaparezcan tus huellas digitales, cada vez que ves a la persona o tienes que rozar/tocar su mano, no hay duda te encuentras frente a otro síntoma de enamoramiento. Si esto te pasa en todo el cuerpo, nos encontramos frente al síntoma del sudor de la cerda. Es bastante peligroso, porque puede desencadenar un mal olor que puede hacerte perder los papeles en más de una situación. Así que actúa rápidamente, mete las manos en barro o por el contrario si te pasa en todo el cuerpo, rebózate en él tal y como haría un buen cerdo. Si con este viejo truco sigues sudando, no desesperes, cerciórate de que es verano y haga calor si ocurre tal cosa, entonces pégate una ducha, relájate y ponte el aire acondicionado.

5- Si a más a más, empiezas a notar tu sentido del olfato muy desarrollado y todo te huele mal menos cuando notas su olor a veinte metros de ti, no lo dudes te encuentras en el quinto síntoma, la perra en celo. Si quieres acabar con esto cuanto antes, ponte rápidamente una mascarilla, si no tienes, pídesela a algún amigo chino que tengas, ellos son expertos en la cura de esta enfermedad y siempre tienen alguna a mano. Si ves que no funciona, no desesperes, mira a tu alrededor, puede ser que estés cerca de algún contenedor de materia orgánica, así que aléjate cuanto antes si no quieres acabar descomponiendo tu barriga otra vez.

6- Si empiezas a escuchar un zumbido en tus oídos cada vez que alguien te habla, menos cuando te habla él, estás ante el sexto síntoma el de la abeja reina. Sus palabras y su voz funcionan como miel para esas abejas, así que si no quieres acabar aislado del mundo hazme caso. Ponte una malla en la cabeza a modo de apicultor para protegerte de ellas, porque salir corriendo de ti misma no es una opción. Si de todas formas no funciona, no desesperes, quizá tengas un tapón en el oído. Si es así, ves cuanto antes a un otorino para que te lo saque o aplícate un chorro de agua hirviendo en el oído con una jeringuilla.

7- Si siguen todos esos síntomas y a más lo combinas desvelándote a altas horas de la madrugada, o peor aun tienes insomnio por estar pensando en él y en cursiladas varias, estás frente al séptimo síntoma más común entre la población adolescente, el del búho noctámbulo. Si no quieres acabar pisándote las ojeras, hazte un lavado de cerebro para borrar su imagen y todos los pensamientos almacenados sobre él. Si aún así no funciona, quizá tengas una época un tanto movida que te hace estar nerviosa, tómate un somnífero y pide a alguien que te tape la boca con un pañuelo untado en cloroformo (si no encuentras a nadie, póntelo de perfume).

8- Si últimamente solo te entran ganas de comer dulce y hasta los mosquitos lo han notado que no paran de picarte, estás frente al síntoma del oso amoroso. Haz algo rápido porque puedes llegar a ser tan pastelosa hablando que quien te escuche sentirá pesadez. El remedio que te propongo es este; coge un puñado de sal generoso y métetelo en la boca, así sucesivamente hasta que tu organismo se reorganice. Si esto no te funciona mira el calendario, quizá se debe a que se acerca tu periodo menstrual, prepárate un paquete de compresas y ponte en posición fetal cuando haga falta.

9- Si últimamente no dejas de mirarte al espejo, te arreglas demasiado y no puedes bajar a por el pan ni en chándal y moño por si te ve, estás frente al noveno síntoma, el de la ratita presumida. Así que si no quieres parecer una vanidosa, consumista-compulsiva, víctima de la moda que ha perdido su personalidad, rápido, ves a casa de tu abuela y róbale la ropa más fea que veas, no te olvides de las bragas de cuello alto. Póntelo inmediatamente y oblígate a pasear durante dos horas por todo el pueblo. Si esto no funciona, quizá tengas una época baja de ánimos y simplemente necesites verte guapa, si es así recuerda cuántos años tienes y déjate de tonterías.

10- Si a pesar de todo, aún notas que estarías besándolo 25 horas al día y no te despegarías de él ni cagando, estás en el último síntoma, el de la lapa. Así que si no quieres que te aborrezcan y te manden a barrer el desierto, compra dos polos iguales de un imán enorme, engánchale una parte a él y otra a ti, verás cómo se repelen. Si esto no funciona, debe ser…porque es demasiado tarde y estás en el punto crítico de la enfermedad del amor.

Te he dado muchos consejos y ya no hay nada que hacer, es demasiado tarde. El amor cuando te atrapa por completo es difícil librarse. Es la enfermedad más fuerte que conozco, nadie puede hacer nada contra eso, ni siquiera tú misma. Primero te entrará por los ojos y recorrerá tu cuerpo con una rapidez desorbitada, así poco a poco se irá acercando a tu corazón, rodeándolo por todas partes sin dejarle escapatoria. El pobre corazón se verá desamparado y sin salida, así que se entregará por completo a ese amor que te corroe. Si es benigno todo irá bien, en cambio si es maligno destrozará cada parte de ti en mil pedacitos, sobretodo el corazón que será la parte más afectada. Ni eso servirá para curarse, pero cuenta la leyenda que el tiempo es el único factor que tiene poder sobre el amor, y también dicen que ha llegado a sanar miles de corazones rotos.

Mientras tanto yo iría practicando alguno de mis remedios caseros, si no quieres llegar a parecer una cerda presumida en forma de lapa con gusanos en los pies, ojeras quilométricas, mariposas en el estómago, pájaros en la cabeza, abejas en los oídos, que come pasteles a cascoporro y está en celo.

Espero que mis consejos te hayan servido, yo ahora me voy a intentar dormir que son las cinco de la mañana aunque no sin antes; comerme un plato de arroz hervido, mojarme la frente con una toallita mojada, hacerme cruces en las piernas, pegarme una ducha de agua caliente, comerme un donut, echarme eau de cloroform, y ¡joder! que tengo 23 años.